Geotextiles: ¿poliéster o polipropileno?
Guía práctica para seleccionar el geotextil adecuado
En el mundo de la construcción, uno de los grandes retos a la hora de gestionar la estabilidad del terreno y los sistemas de drenaje es la elección de los materiales adecuados.
Los geotextiles, que cumplen funciones de separación, filtración y refuerzo, son una de las soluciones más eficaces. Sin embargo, no todos los geotextiles son iguales, y la elección del material, ya sea poliéster o polipropileno, puede marcar la diferencia en el rendimiento a largo plazo. ¿Cómo los diferenciamos?
¿Qué es un geotextil?
Antes que nada, es importante aclarar qué es un geotextil. Según la normativa UNE 40-523-88, se define como un material plano, permeable y formado por fibras poliméricas termoplásticas.
Las fibras más comunes son el poliéster y el polipropileno, que pueden ser vírgenes o recicladas. Estos materiales pueden estar entrelazados en tejidos, ofreciendo altas prestaciones mecánicas para protección y refuerzo, o en forma de no tejidos, ideales para separación y drenaje, por su capacidad para manejar el flujo de agua. Una vez tenemos clara la definición del geotextil, veamos las características principales de las fibras más comunes.
Poliéster (PET)
Los geotextiles de poliéster destacan por su durabilidad y resistencia bajo tensión prolongada. Al estar fabricados con tereftalato de polietileno, un material reciclado de fuentes como botellas de plástico, no solo ofrecen rendimiento, sino también una baja huella de carbono. Son ideales en proyectos donde se requiere refuerzo y protección.
Un claro ejemplo es el proyecto de un supermercado en Torremolinos donde se aplicaba un geotextil de poliéster, Rooftex V, que fue ideal para las necesidades del proyecto, ofreciendo refuerzo y protección.
Además, su buena permeabilidad al agua permite un eficaz control de la filtración y drenaje, ya que facilita el paso del agua mientras retiene las partículas finas del suelo, asegurando la conducción adecuada del agua sin comprometer la estructura del terreno.
Polipropileno (PP)
Por otro lado, el polipropileno está fabricado en su mayoría con fibras de polipropileno virgen, para cumplir con las altas solicitaciones prescritas en proyectos de obra civil.
Ofrece una excelente resistencia a la degradación química, biológica y a los rayos UV, haciéndolo idóneo para aplicaciones en entornos exigentes. Tiene buenas propiedades a la tracción y especialmente al punzonamiento estático. Al mismo tiempo, su versatilidad le permite ser utilizado tanto en edificación como en obras civiles, desde sistemas de drenaje hasta la construcción de túneles y carreteras.
Este material ha sido clave en proyectos de impermeabilización, como en la reciente intervención en una zona de parking, donde se utilizó el geotextil de polipropileno Texxam. Ofreció un rendimiento excepcional en términos de drenaje y protección, siendo fundamental para garantizar la estabilidad del terreno y la durabilidad de la estructura.
Ahora la gran pregunta: ¿cuál elegir?
La elección entre poliéster y polipropileno depende en gran medida de las condiciones específicas del proyecto y los materiales involucrados.
El poliéster no es adecuado para estar en contacto con hormigón o mortero de cemento fresco, ni con terrenos de base calcárea, debido a su falta de resistencia a los compuestos calcáreos. Por este motivo, en obra civil, se suele preferir el polipropileno.
Además, el polipropileno tiene la ventaja de ser más fácil de termosoldar, lo que permite alcanzar prestaciones mecánicas más altas, como mayor resistencia a la tracción, al punzonamiento y menos filtración. Estas características lo hacen ideal para aplicaciones donde se requieren refuerzo y filtración con mejores resultados.
Por otro lado, el poliéster, aunque no puede termofijarse al mismo nivel que el polipropileno, adquiere mayores espesores bajo la misma carga de presión, lo que le otorga una mayor capacidad drenante en el plano horizontal. Esto lo convierte en una excelente opción para edificación, especialmente en aplicaciones bajo cubiertas lastradas o invertidas, donde el drenaje es crucial.
En definitiva, tanto los geotextiles de poliéster como los de polipropileno ofrecen soluciones versátiles y eficaces, pero su elección depende de las condiciones específicas del proyecto. El poliéster es ideal para aplicaciones en edificación, especialmente bajo cubiertas lastradas o invertidas, gracias a su mayor capacidad drenante. Por otro lado, el polipropileno es la mejor opción en obra civil cuando se requiere resistencia a compuestos calcáreos, mayor tracción y facilidad de termosoldado, lo que lo hace más efectivo en sistemas de refuerzo y filtración.
La capacidad de los geotextiles para proporcionar separación, drenaje, refuerzo y protección los convierte en una pieza clave para la sostenibilidad y la durabilidad de las infraestructuras modernas.