Mejora de la salubridad
¿En qué consiste la salubridad de un edificio y cómo mejorarla?
Durante una obra de rehabilitación, es importante tomar medidas para mejorar la salubridad del edificio. Entre muchos de los elementos que deben aislarse y protegerse una construcción destaca el gas radón. Se trata de un gas radiactivo que se produce naturalmente en la descomposición del uranio en el suelo y en las rocas. El gas radón puede filtrarse en los edificios a través del suelo y las fisuras en las paredes, y puede acumularse a niveles peligrosos en el interior de los edificios, especialmente en los sótanos y plantas bajas.
El gas radón se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, y la exposición prolongada a niveles elevados de gas radón puede ser perjudicial para la salud. Por lo tanto, el control del gas radón en un edificio es importante para mejorar su salubridad.
Para controlarlo, se pueden tomar medidas como sellar las fisuras de las paredes y el suelo, mejorar la ventilación del edificio, y colocar sistemas de extracción de aire que puedan eliminar el gas radón del interior del edificio. En SOPREMA contamos con varias soluciones constructivas contra el gas radón para soleras y muros enterrados.
Entre las acciones principales está la de impermeabilizar adecuadamente el edificio, para evitar las humedades por capilaridad especialmente en soleras y muros enterrados que puedan afectar la salud de los usuarios, con la instalación de membranas impermeabilizantes bituminosa, sintéticas, líquidas o mediante el uso de los morteros impermeables.