Bivacco Carlo Buffa Di Perrero
El Bivacco Carlo Buffa di Perrero, en la bifurcación Padeon en Monte Cristallo, sobre Cortina d'Ampezzo, vuelve a estar en uso después de la renovación que involucró a los soldados del 6º Regimiento Alpino estacionados en Brunico, junto con profesionales del aislamiento y la impermeabilización y a carpinteros que realizaron una auténtica hazaña a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar.
El proyecto de recuperación
Todos los trabajos se realizaron con seguridad, pero también resistiendo y superando los inconvenientes y problemas que cualquier conocedor de la montaña puede fácilmente imaginar.
La sinergia entre los Alpini del 6º Regimiento, los carpinteros, los hojalateros y los profesionales de la impermeabilización y el aislamiento hizo posible completar la obra en apenas dos semanas. Todo el material fue subido con la ayuda del helicóptero y las operaciones de reconstrucción fueron realizadas por personal capacitado que se puso a disposición para una operación única en su género.
Trabajar a casi 3.000 metros de altitud, en un contexto de incomparable belleza, pero con innumerables dificultades y riesgos, implicó un gran compromiso de instalación y seguridad del sitio: ¡un desafío para todos los protagonistas de la empresa!
La solución adoptada
Hasta ahora no había pavimento en el vivac excavado en el interior de la montaña. Para esta ocasión, se creó un suelo de madera formado por un tablón de alerce de 35 mm fijado a una viga de 100 mm en contacto directo con una membrana de bituminosa de 4 mm aplicada directamente sobre la roca.
Una vez que se restauraron las paredes y las ventanas, la parte más desafiante del proyecto fue la construcción del techo. Se fijó un panel aislante SOPRA XPS CW de 80 mm a una tabla de alerce de 25 mm soportada por una viga de 300 mm, protegida por una membrana transpirable sobre la que se fijó una segunda tabla de alerce de 25 mm.
Para el sellado se utilizó espuma adhesiva de poliuretano monocomponente tipo Alsan Foam.
La recuperación del Bivacco Buffa en Perrero: una auténtica hazaña montañera
El vivac, que lleva el nombre del coronel de Alpini Carlo Buffa di Perrero, que murió en la Primera Guerra Mundial, se encuentra contra una pared rocosa a una altitud de 2.760 metros. Este refugio se recuperó de los cuarteles dejados por los Alpini durante ese conflicto.
Actualmente, se puede llegar por el sendero habilitado Ivano Dibona, construido entre 1969 y 1970 para recordar al montañero (sobrino de Angelo), símbolo de los guías alpinos de Ampezzo, que cayó en las montañas el 8 de agosto de 1968, con solo 23 años, durante una escalada en la Cima Grande di Lavaredo, mientras escalaba una ruta marcada por su abuelo.
El vivac, además de un valor puramente montañero, tiene también un alto valor histórico y simbólico: con motivo del 150 aniversario del Cuerpo, en el ejerército de las Tropas colaboración con la Asociación Alpina Nacional, pusieron en marcha el proyecto para reconvertirlo finalmente en habitable y utilizable.
La restauración del vivac, así como una operación de renovación del edificio, fue ante todo una hazaña montañera: dada su posición, de hecho, solo se puede llegar al vivac siguiendo la vía ferrata de Dibona o con la ayuda de un helicóptero.