Desfase térmico: ¿qué impacto tiene en la elección de un aislamiento térmico?
Para brindar el mejor confort de verano posible a un edificio, la elección del aislante resulta crucial. Una decisión que implica examinar la fase térmica de los materiales propuestos. Explicaciones.
El desfase térmico: un elemento clave para elegir el aislante adecuado
¿Qué es el desfase en aislamiento térmico?
Es una de las características más importantes de un material aislante. El desfase térmico permite estimar el tiempo que el calor tardará en atravesar un material. Se expresa en horas. Cuanto más lentamente se transmita el calor de un lado a otro de una pared, mayor será el valor de este desfase. Varios criterios entran en juego para permitir a los profesionales calcular el desfase de un producto aislante: su naturaleza, su grosor o su densidad.
El desfase térmico: una ventaja estratégica para el confort de verano
El desfase tiene una gran importancia para garantizar el confort térmico de un edificio y, más específicamente, el confort en verano. Si es alto, permitirá retrasar la entrada del calor en la vivienda o edificio. Esto presenta una doble ventaja, como explica la Asociación de Industriales de la Construcción Biosostenible (AICB): "La primera es mantener una temperatura estable durante las horas más calurosas, y la segunda es poder evacuar el exceso de calor abriendo las ventanas en momentos menos cálidos (por la tarde y la noche)". Cuando el desfase se estima en más de 10 horas, las temperaturas solo aumentarán por la noche, momento en el que los ocupantes pueden enfriar el interior del edificio gracias a la frescura nocturna mediante la ventilación natural (apertura de ventanas, aberturas, etc.).
Una respuesta a las evoluciones normativas
Como ya se ha mencionado anteriormente, un aislante con un alto desfase favorece el confort en verano de un edificio. Al hacerlo, permite estar en línea con diversas evoluciones normativas. La noción de confort en verano se ha impuesto como uno de los principales desafíos del sector de la construcción.
Esta es una de las prioridades del Reglamento Ambiental Europeo 2020 (RE 2020). El texto invita a los profesionales a diseñar edificios que resistirán mejor los episodios de calor. Al mismo tiempo, un material aislante eficiente permitirá cumplir con otra prioridad del RE 2020: la eficiencia energética, reduciendo el uso de dispositivos de aire acondicionado.
El sector de la rehabilitación también está incentivado a reducir la huella ambiental de los edificios mediante un aislamiento térmico eficaz. Según la hoja de ruta de la descarbonización 2030 se debe reducir en un 40% el consumo de energía de edificios de uso terciario con una superficie de al menos 1.000 m²; nuevamente, los materiales de aislamiento con un largo desfase reducirán el uso del aire acondicionado.
Materiales aislantes que ofrecen un desfase térmico óptimo
Las ventajas de los aislamientos biosostenibles
Los estudios realizados por profesionales como la AICB demuestran que los aislantes naturales y biosostenibles tienen un tiempo de desfase particularmente importante. Por lo tanto, contribuyen eficazmente al confort en verano de los ocupantes de los edificios. La AICB indica que el desfase térmico de un aislante en la cubierta de un ático con guata de celulosa alcanza las 11 horas, mientras que el de la doble pared interior con aislamiento de cáñamo, hierba o mixto (lino, yute, cáñamo, etc.) alcanza las 11,8 horas. La fibra de madera utilizada para el aislamiento de una cubierta alcanza las 14,2 horas.
El Grupo SOPREMA ofrecemos en su gama de soluciones muchos materiales biosostenibles eficientes para el confort en verano. Permiten realizar trabajos de aislamiento en cubiertas, principalmente, pero también en paredes, zonas particularmente expuestas a la radiación solar y que deben recibir una atención especial. Estas soluciones se pueden implementar en cubiertas convencionales, pero también en techos terrazas, como el complejo biosostenible PAVAROOF® a base de corcho, madera y fibra de madera.
También contamos con UniverCell®, el aislamiento térmico y acústico de guata de celulosa diseñado para buhardillas y paredes verticales e instalado por método de soplado, insuflación o proyección húmeda.